9 características del líder perfecto en tiempos de Covid

¿Cómo debe ser la persona que dirija un equipo en esta post pandemia? A continuación recogimos una serie de atributos que ayudarán a que este período de adaptación sea más fácil para los trabajadores.

En Chile y en el mundo aún existe la incertidumbre respecto del coronavirus y sus efectos. Por eso, volver a la normalidad -con todo lo que esto implica- es un proceso en el que todas las personas deben seguir tomando resguardos. En términos laborales, es clave contar con líderes fuertes que puedan contener a sus equipos, protegerlos y recibir sus inquietudes. 

El confinamiento ha transformado la forma de trabajar; muchos colaboradores han empezaron a hacerlo a la distancia y otros han vuelto a la oficina de manera parcial o intermitente. Ante este escenario de constante cambio, las cabezas de una compañía tienen que contar con algunas habilidades y herramientas que les permitan guiar y motivar de manera efectiva.

Como recopila este artículo de Sanitas, hay ciertas acciones que debe llevar a cabo un líder de la nueva normalidad:

Ofrecer escucha activa: es la clave para comunicarse con los demás, por lo tanto, es crucial para que el trabajador sepa que hay espacio y lugar para expresar sus necesidades, dudas, problemas, deseos, etc. sin temor de que existan consecuencias negativas. Para momentos de incertidumbre, un líder que haga sentir escuchado a su equipo puede marcar la diferencia. Debe haber una buena comunicación en ambas direcciones

Entregar funciones y responsabilidades claras: Ser claro en las labores que cada colaborador debe hacer facilita el trabajo para todos. Asimismo es importante empoderar a los miembros del equipo, darle mayor autonomía y confianza en sí mismo. También es importante que el líder haga seguimiento y entregue un feedback que permita evaluar el desempeño de cada persona, destacando sus logros.

Definir los objetivos: Este punto es fundamental en términos individuales y grupales. ¿Cuáles son las metas a cumplir? ¿Cuál es mi misión dentro del equipo? ¿Qué debemos lograr como área? Probablemente los trabajadores se cuestionen estas preguntas de manera constante. Por eso es necesario poner los objetivos sobre la mesa y luego poder mirar en retrospectiva. 

Contar con liderazgo intergeneracional: El líder debe ser capaz de conectar con todos los integrantes del equipo e inspirarlos, sin importar su edad. Con el giro que dieron la mayoría de las empresas a raíz de la pandemia, muchos trabajadores se vieron desafiados a dar un salto a la transformación digital sin ser nativos digitales. Por otro lado, además de ser un líder para distintas generaciones, también debe serlo para diversos intereses, necesidades, expectativas, situaciones personales, etc. 

Reforzar el trabajo en equipo: Para la mayoría de los trabajadores la cuarentena impactó su vida social. Las reuniones laborales por videollamada eran la posibilidad más grande de interactuar con personas que no fueran los miembros de la casa. Asimismo, adaptarse a una nueva modalidad sobre la marcha implica un esfuerzo mayor. Para enfrentar este escenario de manera positiva es clave contar con equipos unidos, en los que fluya la comunicación y el compromiso. 

Tener un fuerte compromiso: Quien lidere el equipo debe tener gran compromiso con la empresa y con los trabajadores. A su vez, ser coherente con sus valores propios y los de la organización.

Recibir formación continua: Hoy más que nunca debemos recordar que el mercado cambia a gran velocidad y un líder debe estar preparado para enfrentar las nuevas necesidades. Seguir adelante con la formación y seguir estudiando, le dará nuevas herramientas para hacer frente a los desafíos. 

Facilitar apoyo técnico: Es crucial que se plantee las necesidades técnicas que pueden estar teniendo su equipo para cumplir con sus tareas. Por ejemplo, ¿todos los integrantes del grupo saben utilizar las nuevas herramientas y plataformas online? Si es necesario deberá ofrecer capacitaciones y ayuda para que todos puedan cumplir con las metas. El rol de un líder en estas circunstancias es estar atento a los requerimientos; finalmente, ser un facilitador. 

Ser prudente: Es cierto que el trabajo remoto ha flexibilizado muchas prácticas, pero esto no quiere decir que los líderes puedan abusar de las videollamadas o pedir tareas fuera del horario de trabajo de manera habitual. Antes que todo debe ser capaz de entender el contexto y las realidades. Una buena medida es enfocarse en el cumplimiento de metas más que en el control.

Conclusión

El líder de post pandemia debe contar con muchos atributos que ayuden a contener a su equipo de trabajo. Estamos viviendo un escenario que no tiene precedentes, por lo que para muchos puede ser compleja la adaptación. Es por eso que su rol será clave para alcanzar los objetivos tanto individuales como colectivos.